MIAMI - El aumento del precio de los alimentos es ya otra gran preocupación para buena parte del mundo, que de momento no logra ajustar los hilos de esa complicada madeja que es la economía.
Por séptimo mes consecutivo se encarecieron los productos básicos, que en enero alcanzaron un índice promedio de 231 puntos, superior en un 3,4% a diciembre de 2010 para marcar el nivel más alto desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) inició esos registros en 1990.
La tendencia es a un alza que debe continuar por varios meses, según consideran los expertos quienes adjudican la situación a los elevados costos de la energía, la creciente demanda por el auge de las economías emergentes, la competencia entre biocombustibles y alimentos, y los azotes del cambio climático con repetidas y fuertes sequías e inundaciones.
Según el informe recientemente publicado por la FAO, el precio del arroz tuvo un ligero descenso al coincidir con la época de cosecha de ese grano, pero ha aumentado el del trigo y el maíz debido a una notable disminución de su oferta, así como el de los productos lácteos, los aceites y las grasas.
A pesar de que algunas naciones pronostican para 2011 un año de buena recolección de granos lo que podría ayudar a bajar los precios, en este momento el panorama es incierto y de mucha inquietud sobre todo para los países pobres que dependen de la importación de alimentos para sostener a sus pobladores.
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